|
Alimentada
por el sol de Provenza y fuertemente inspirada por el
Mistral, Andrée Lapeyre reside en
Aviñón (Francia).
En
su infancia oyó a Carlos Gardel sobre viejos vinyls y
fue encantada por esta voz venida por otra época, y a
menudo pensaba en eso.
Sus
primeros pasos hacia el aprentizaje de la música la
condujeron al conservatorio donde se familiarizó con
el solfeo, siguiendo clases de violin y más tarde de
piano.
Apasionada
por los bailes de salón, se dirigió luego
hacia el tango que baila en las milongas en Francia pero
también frecuentemente en Argentina donde le gusta
impregnarse de esta cultura así como de la vida y de
las bellezas de este país tan caro por su
"corazón".
En
el medio porteño ha sido adoptada como porteña
y apodada "La Morocha".
Sus
letras y sus composiciones musicales son el reflejo de esta
pasión.
|
|